
¿Para qué nos sirve la geopolítica?
Cada vez que voy a una charla o bien he realizado una formación, uno de los temas que más cautiva es la geopolítica. Al mismo tiempo, es una asignatura un tanto desconocida para muchos directivos y directivas de pequeñas y medianas empresas.
Sin duda que la globalización nos ha obligado a profundizar el conocimiento de los contextos internacionales y sus consecuencias tanto en los negocios como en los hábitos de los consumidores y diferentes agentes. Es así como diversos profesionales de las ciencias sociales, jurídicas y económicas, como también los ciudadanos de a pie, se han visto obligados a comprender, interpretar e integrar ciertos fenómenos que suceden en el mundo, y cuyas consecuencias repercuten en sus contextos económicos, sociales y laborales. Desafortunadamente, hoy no tenemos que mirar muy lejos para identificar de una manera más palpable el daño que la actual guerra iniciada por Rusia contra Ucrania está causando a todas las economías del mundo.
Hoy la enseñanza de la geopolítica en nuestras escuelas es casi nula, y muchas veces insuficiente en nuestras universidades. Ello obliga, a los que no han realizado cursos de especialización en estos temas, salir a recoger información en textos, periódicos, en la web o incluso en una simple conversación social.
No puedo dejar de mencionar que no solo los intereses académicos o laborales mueven a una persona a adentrarse en estos temas, a ellos se agregan otros, que pudiendo ser irrelevantes para algunos, se insertan en la esfera de los sentimientos o aspectos familiares. Estas motivaciones, también, son un buen incentivo para adentrarse a comprender lo que hoy sucede en el planeta.
Conceptos como democracia liberal versus democracia autoritaria, disrupciones, protestas sociales, fin del capitalismo, nuevos contratos sociales entre otros se entrecruzan entre libros, revistas, mensajes de whatsapp, conversaciones sociales o simplemente en Memes.
Al contrario de lo que sucedía hace algunos decenios, un gran porcentaje de la sociedad se informa a través de redes sociales, las fuentes tradicionales de información tienen nuevos competidores que cada vez más fraccionan las noticias. Estos nuevos actores pueden envolvernos en información sesgada y no contrastada, pero a la vez permiten que más personas accedan a comunicar sin las barreras de antaño.
Sin embargo, en este mundo tan cambiante, que vive constantes transformaciones, se hace necesario tener una mirada que contextualice estos procesos y que nos ayude a comprender estas disrupciones. Hoy en día concepto como VUCA, Cisnes negro, Rinoceronte Gris y efecto Reina Roja entre otros son utilizados para explicarnos el porqué de los eventos políticos, sociales y económicos.
Estas transiciones que la humanidad va pasando, creo, hacen necesario cultivar un pensamiento crítico, que nos permita pensar con libertad otorgándoles las herramientas para discriminar entre fuentes confiables y las que no lo son.
Nuestras sociedades no viven de forma aislada, por ello no podemos obviar los fenómenos que suceden fuera de nuestras fronteras, comprender esto nos permite entender y analizar lo que ocurre. Desde la caída del Muro Berlín un nuevo orden internacional se configuró y con el pasar de los años aparecieron nuevos actores en la configuración de los equilibrios de poder.
Por ello es que hoy los directivos y directivas se enfrentan a nuevos desafíos que hacen necesario incorporar una visión geopolítica que les permita conocer las amenazas y oportunidades que se presentan en los cambios políticos, económicos y sociales con el fin
de definir nuestras posiciones ante futuras actuaciones y decisiones.
No olvidemos por tanto trabajar desde la geopolítica para el bien de las compañías; esto no es un tema de tamaño, sino de visión.